Para mí la frase “La actitud lo es todo” influyó mucho a lo largo de toda mi vida personal y profesional. Elegir como enfrentar y responder a los desafíos diarios de la vida influye 100% en los resultados que luego obtenemos. En mi carrera como docente fueron claves estas actitudes que tuve frente a mis alumnos para obtener resultados muy positivos
- Actitud de afecto: Generá y constuí un vínculo afectivo, amigable sintonizando con tu alumno y su familia, es la primera actitud que te recomiendo ejercitar.
- Actitud de disponibilidad: El proceso de aprender una nueva lengua es complejo y para nada lineal. Influyen muchos factores que lo afectan. Estar disponible, abierta, predispuesta a colaborar, contribuir y ayudar a tu alumno en su proceso es necesario para obtener los resultados óptimos que buscás al enseñar.
- Actitud de comprensión: Muchas veces aparecen frustraciones , desganos en los niños por no lograr lo que anhelan o por equivocarse. Adoptar una actitud de comprensión permite entender, empatizar, estar abierto a lo que le está sucediendo al niño en ese momento.
- La actitud de escucha atenta: Es fundamental para construir una relación sólida y significativa entre docente y alumno. Fortalece y colabora con la confianza muta que es crucial en este proceso.
- Actitud alegre: Este tipo de actitudes contagian, entusiasman, conectan Tres aspectos que necesitamos practicar en la práctica docente con niños pequeños siempre.
- Actitud empática: implica que seas receptivo y compasivo hacia los sentimientos y necesidades de tus alumnos, mostrando interés genuino por su bienestar y demostrando disposición para ayudar y apoyar en la medida de lo posible en su proceso.
- Actitud flexible: En estas edades lo imprevisible está a la orden del día, es parte del mundo de los niños. Poder adaptarse fácilmente a diferentes situaciones, cambios o perspectivas benefician a tus alumnos y a vos también.
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