Los tres pilares del método DAL: una guía constante. El cuerpo en movimiento, los sentidos y las emociones

Estos pilares no son simplemente conceptos abstractos, sino una guía constante, una orientación valiosa y un eslabón fundamental en la labor como educadora.

Respetan y abordan aspectos claves para que el niño incorpore la nueva lengua, así como también otros conocimientos que se le brindan.

La importancia radica en que el proceso enseñanza – aprendizaje del niño fluye en sintonía y armonía a partir de su  activa participación física ,su  experiencia multisensorial y teniendo en cuenta su  bienestar emocional.

Estos tres pilares no existen de manera aislada, sino que se entrelazan y complementan entre sí en cada aspecto de ese método. Juntos, crean un entorno de aprendizaje dinámico, placentero y participativo que empodera a los niños a descubrir y disfrutar del idioma de manera auténtica y significativa.

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